jueves, 27 de diciembre de 2012

Aún te recuerdo con 20 años

Sunrise doesnt't' last all morning
A cloudburst doesnt't last all day
Seems my love is up and has left you with no warning
Its not always going to be this grey

All things must pass 
All things must pass away " 

Aún te recuerdo con 20 años
cuando te enamorabas en la puerta de la facultad de medicina
y no hacías caso a los semáforos en rojo

Cuando la risa no era una laguna en la memoria
y la marihuana te hacía volar en el sofá

Cuando soñabas con compartir una botella de vino francés
con Hemingway o posar para Picasso en el París de los años 20

cuando un poema era una guerra
y tú corazón un rayo ingobernable

Cuando dormías en las estaciones
y perdías todos los trenes que rimaban con la palabra amor
cuando llenabas de besos rotos todas las calles de la ciudad
y recitabas a Lorca en las praderas del pueblo

Aún te recuerdo con 20 años
antes de las lágrimas marcadas
antes de afiliarte al descosido de mis pitillos

antes de los porqués y los peros
y los te quiero al revés

Antes de las groupies
y mis vuelos a Londres
antes de que mis letras entraran en tu cabeza
dos mayos después de aquel verano que no paró de nevar

Aún te recuerdo con 20 años...



* Para ti Campanilla


martes, 4 de diciembre de 2012

A veces se me olvida

Desperté sobresaltado por el ruido de un mensaje en el móvil. Un poco perjudicado y aturdido después de más de dos horas metido en un sueño que no llego a recordar con claridad.
Una habitación a oscuras salvo por la luz tenue de un flexo me invitaba a seguir en la cama pero, de repente, una melodía de piano se autoinvitó a mi trance con la realidad. Una voz tan dulce como el vuelo de una gaviota disparaba una letra que intuía conocida...

" Slip inside the eye of your mind
don't you know you might find
a better place to play
You said that you've never been
but all the things that you've seen
the slowly fade away... "

Salí de la cama con lo puesto, es decir nada, (que frío me cago en la puta) y me asomé a la puerta que se prolongaba hasta un saloncito donde un gato persa escalaba por el alfeizar de una ventana. A la derecha un piano de pared, y tú. Flaca y desnuda, reventabas las emociones y mis mariposas deslizando tus dedos por las teclas de marfil sintético.
Me lié un piti, y me asomé por la ventana. Afuera la nieve anunciaba un Diciembre de frío y amores que se escapan por la calles de Londres. Decidí vestirme.
Salí con un See you tomorrow, maybe... poco convincente y bajé por la escalera de incendios que daba a la calle posterior del edificio, un edificio de ladrillo rojizo típico de este barrio en el East London, llamado Break Lane. Ahora convertido en el eje central de la comunidad bangladeshi.
Tomé un Cappuccino aguado en un Starbucks mientras leía la prensa del día. El Chelsea había ganado al Fulham con gol de Drogba. Romney se posicionaba como candidato republicano para intentar derrotar a Obama. Daban los últimos coletazos sobre las escuchas en el "Escándalo Murdoch". Los Stones anunciaban alguna fecha para 2012. Ninguna noticia relevante sobre España, salvo el anuncio del inminente rescate que Rajoy negaba.
Salí de allí dejándome llevar, dirección a ninguna parte.
Entré en un a vieja librería de libros usados y me llevé un Shakespeare por 4 pounds. Cogí la Central Line dirección a casa pero cambié de opinión, de súbito y me bajé cerca del London Eye a dar un paseo por la rivera del Támesis.
Paré a tomar una Pinta de Kronenbourg ( que al final fueron tres ) en The Dove un pub del siglo XVII que dicen tiene la barra más pequeña de Gran Bretaña y donde años atrás salían haciendo eses Graham Green o Ernest Hemingway.
El caso es que me subieron las pintas de cojones y tuve que sentarme en uno de esos bancos donde se besan los enamorados mientras el Big Ben y el Parlamento quedan de postal antes sus ojos.
Saqué el librito de Shakespeare, y pensé en literatura, en la chica que dejé en Madrid, en mis amigos, en un viaje a León con dos huracanes, pensé en todo lo bueno que quedaba por llegar y en los caminos que quedaban por recorrer.
Y es que como dice Quique; A veces se me olvida que soy sólo un espectador. Que las cosas del alma no se adivinan.









martes, 27 de noviembre de 2012

Lo que tuvimos

La vi caminar descalza cargada de canciones en el ipod (creo que me dijo que sonaba Jason Mraz) con un short que dejaba desnudas sus piernas y la parte de arriba del bikini morado que dejaba un precipicio  hacia su ombligo. Las olas rompían ahí donde duelen los sueños y ella sólo sabía soñar.

Yo era un chico de barrio, sin más armas que unas rayban wayfarer y un libro prestado de Benjamín Prado La nieve está vacía de un viejo amor que acabó, de súbito, sin razón aparente. Tenía tatuado Let it Be en la muñeca izquierda y un par de guerras perdidas en su ciudad que no era la mía.
Me volaron por la cabeza unos versos que decían tú desnudo dignifica una tarde de invierno, pero ni era invierno ni estaba desnuda, al menos aparentemente.

Compramos cerveza de lata a un subsahariano que se buscaba la vida en la playas del sur después de llegar allí unos meses antes en cayuco, un cayuco donde perdió a su hermano pequeño. El drama y el miedo derramados en forma de lágrimas por la cara de aquel chaval que no pasaría de los veinte. Creo que ahí es cuando te das cuenta que no somos nada, y que la felicidad está en las cosas simples, en los momentos inesperados...como aquel.
El chico alto y atlético nos trenzó un par de pulseras de cuero que nos colocó en el tobillo, le había enseñado su abuelo decía, después fumamos hachís mientras el sol se ponía y dejaba un atardecer rojizo  esperanzador. Con la luna asomando se fue, los tres sentimos lo mismo, hay personas que te tocan, que te hablan y desaparecen pero sin embargo te cambian para siempre.

El alcohol y el porro ya habían hecho mella en nuestras cabezas, de fondo se oía el sonido de un cajón improvisado y a nuestra derecha una hoguera incendiaba la noche. Nos besamos. La tumbé y me enredé entre sus piernas, bajé los shorts vaqueros con violencia, follamos, con la luna y el mar como testigos morbosos de su pataleo y mi instinto animal, de sus gemidos quemados con arena de playa. Mi cabeza cayó sobre su pecho y nos quedamos sin fuerzas, abrazados y rendidos al sueño de madrugada.

El agua mojó mis pies a la mañana siguiente, desperté y ya no estaba allí. Me dejó un papel citando a Machado que decía:


    Te quiero para olvidarte,
    Para quererte te olvido.



sábado, 17 de noviembre de 2012

En un beso

Abrí tus labios y en un beso vi 21 veranos en las playas del norte, chicos que hicieron daño en crímenes perfectos, vi un vinilo rayado por el tiempo de los Beatles, un acantilado donde guardabas secretos, vi hachís en una caja de madera y una postal de Buenos Aires, vi una mañana en Portobello y una tarde en La Latina, noches sin dormir y miedos de mesilla de noche, vi locos y cuerdos, vi fama y miseria, vi resacas y domingos por la tarde, heridas de catorces de febrero, vi despedidas con lágrimas en aeropuertos, discotecas y amantes de 3 días, vi flechazos y fracasos, vi sexo y Barceló con limón, vi Amelie y tatuajes, vi canciones de Serrat, vi partir en dos la rabia, vi exceso, gritos de fondo, riesgo y altura...

Tú aún seguías con los ojos cerrados y por un instante entendí que quería pasar allí el resto de mi vida.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Plan C

A veces soy yo y otras cualquiera
marco el prefijo de tus labios
y me escapo por la escalera de incendios
que hay detrás de tu canción

Es diferente a cuando estábamos juntos
a cuando Ángel González era testigo
y no recurría a García Montero para encontrarme a mi mismo

Un verano y una ciudad pueden ser suficiente
para salvarte
y eso es algo que se aprende en las letras de los demás
en las palabras ajenas

Puede que no volvamos a vernos nunca
y que tu vida esté siempre tres escalones por encima de mi imaginación
Puede que los paseos en bici de tu piel a mi piel
y las calles de Londres ,que incendiamos, ya sean papel mojado
en el hueco que siempre dejabas para mi

Puede que, con un poco de suerte, los dos encontremos nuestro camino
sin necesitarnos
sin vernos
sin hacernos daño

O puede que volvamos a ser humanos
que los demás, que las demás, sean nada cuando pasan
si estas tú, si estamos nosotros
y que llenemos de magia cada metro que avancemos juntos
sin miedo a caer y a fallar

Mientras tanto sonará Wilco
en el intervalo de tú latido y el mío

y como Plan C no está del todo mal










viernes, 2 de noviembre de 2012

María

María es una historia que contar
María es un verso detrás de un verso
María siempre esconde una sonrisa pero guarda un ojalá
es primavera en invierno, es un verano en el mar

María es un jardín lleno de flores
es noche de luna llena, un piti a medio fumar
María es un poema de Bukowsky
una Marylin de barrio, un cántico en los estadios
una carta sin firmar

María es como nieve en los tejados
un corazón dibujado, la calle de Fuencarral
María es un te quiero en la garganta
es una droga que engancha, las llaves de una ciudad

María vuela alto entre nubes de algodón
se va cuando tu has llegado, cierra una puesta de sol
María es el abecedario, es viernes en el calendario
es magia en un escenario, es poesía en Nueva York

Es Lennon, es Machado, es Neruda en los tejados
es agua, viento, canción
es Joaquín y Camarón
Es Domingo en Malasaña, es aguacero sin paraguas
es caminar por la playa,
es Maradona haciendo gol

Dicen que vuela sin alas
que nunca mira el reloj
que su cuerpo es de portada
all she needs is love

















jueves, 11 de octubre de 2012

Yo lo que quería era seguir soñando

La lluvia jarreaba Malasaña una madrugada perdida para muchos, pero no para nosotros. Los más puestos aún aullaban a la luna a las puertas del Siroco y los menos hábiles en el arte de matar aún tiraban de historietas de bandas de rock para llevarse a cenicienta a su portal. Para siempre era algo que no entraba en nuestros planes y lo más eterno de nosotros se quemaba entre quejíos al oído y un canuto acomplejado. Nos unía una canción y las calles de una ciudad y aunque pueda parecer poco para los dos era suficiente. Nos sobraban copas y esperanza, nos faltaban gramos y maneras de huir. Se nos pasó por el alma Buenos Aires, por la cabeza un finde en Londres y por las cremalleras de los dos un hostal barato en Tirso de Molina.
Pero las alas mojadas pesan más que las hojas de un libro de ruta, y querer no es poder, y los Eneros siempre te pegan al suelo y joder yo lo que quería era seguir soñando con chavalas desnudas que van al trabajo en autobuses rojos...


martes, 9 de octubre de 2012

La vida está llena de puntos

Madrid. Calle La Palma. 03:43 de la madrugada. Alguna canción de Led Zeppelin saliendo de algún garito. Dos chavales puestos de eme reventando el barrio con poesía de besos. La historia interminable que siempre acaba mal. El foro que dirían en La Movida. Que no viví. Un vistazo atrás en un tren que acaba en un amor de verano. Un polvo en los lavabos de una discoteca pija.
Neruda se derrite entre las lágrimas de un preso que se aleja de su amante libertad. Nacen dos vidas ajenas en la Maternidad del 12 de octubre. Huyen dos políticos corruptos en un vuelo a caracas. Cuatro idiotas hablan de Kafka para impresionar a dos profes de instituto. Muere un chaval de 20 años al saltarse un Stop en plena Castellana.
Arde la calle del barrio donde quemé mis naves con aquella chavala de extrarradio. Recibo canciones por SMS de un colega que vive en Montaner. El WhatsApp se llena de princesas. Alguién escribe una novela en el tercer piso de Bailén 11. Se empolvan la nariz dos ejecutivos de Sony en un Hotel de Entrevías. Un Fucker de discoteca se marchita viendo Los Soprano en un estudio de Lavapies.


La vida está llena de puntos y entre punto y punto hay un libro.


viernes, 5 de octubre de 2012

Cerezos en flor

Desde que decidiste poner punto y final a la aventura de la vida se han manchado de recuerdos todas las paredes de mi habitación, no paran de parpadear miles de luces en mi cabeza y todas las copas con las que brindo tienen un poco de ausencia, de anhelo por lo imposible.
No me termino de acostumbrar. No me termino de acostumbrar a que gane el Atleti, a el sonido de la radio encendida que viene desde la cocina, a el rugido de los aviones, a los cerezos en flor en el Valle del Jerte en pleno mes de Mayo, a que se mezclen mis manos y una guitarra, a el olor a croquetas recién hechas entrando por mi nariz, a el libro de Rafael Alberti que descansa en mi cajón, a el ir ir y venir de gentes que pasan por la Gran Vía, a enamorarme y desenamorarme, a demostrarlo, a escribirlo, a que salgan a la calle y griten al cielo libertad, a ver una peli  de Woody Allen en el cine, a que me salpiquen las olas al correr descalzo por la orilla... y tú no estes. Esa extraña normalidad que no es normal.
No es normal porque no estas .
Y aunque sé que lo que no se toca es lo esencial y que desde algún lugar vigilas mis pasos, no me pidas, no nos pidas, que no te echemos de menos. No me pidas que no tenga en la cabeza la última cerveza compartida mientras me contabas cosas que no vienen en los libros, que no enseñan en la escuela. No me pidas que no recuerde tus llamadas a Inglaterra, los atardeceres rojos en algún lugar de Cádiz o tus reprimendas y consejos que a veces obvié.
No creo que este texto esté a la altura de lo grande que has sido, simplemente quería darte las gracias por estar en mis buenos y en mis malos momentos, por ayudarme, por emocionar y emocionarte, por enseñarme a creer y a soñar, por poner el corazón delante. Te llevo a fuego.