"porque existe el vino y el amor, es cierto,
porque no hay heridas que no cure el tiempo,
abrir las puertas quitar los cerrojos,
abandonar las murallas que te protegieron."
Mario Benedetti
Nos queda el amor y el vino
los domingos de resaca
los libros en la mesilla
un viaje a Lisboa
Nos queda la soledad
una comida con amigos
las chicas en primavera
un paseo por el Retiro
Nos queda la columna de Juan Tallón
la lluvia mojando un beso
los bares que nos refugian
las heridas que curaron con saliva
Nos queda Portobello
correr con la música rebotando los oídos
un disco de Tom Petty
una luna llena desde tus ojos tristes
Nos queda El Palmar
una cerveza bien fría
una mirada de complicidad en un concierto
un viaje inesperado a ninguna parte
Nos queda la madrugada
una sala de cine vacía
un partido en el Bernabéu
un café a media tarde en Chamberí
Nos quedan las postales que enviamos
los bailes torpes en los garitos
los calentones en los portales
los vicios que nos intoxicaron
Nos queda Montmartre y Tirso de Molina
San Telmo y Triana
el Sacromonte y el Greenwich Village
y un balcón al abismo del Atlántico
Nos queda la avenida de la estrella polar
los perros corriendo
las estaciones de tren en mitad de la nada
tinta en la piel que vendrá
Nos queda la magia
el polvo de estrellas
el ruido del viento en la ventana
las hojas caídas del Parque del Capricho
Nos queda el amor y el vino
nos queda la vida