martes, 27 de noviembre de 2012

Lo que tuvimos

La vi caminar descalza cargada de canciones en el ipod (creo que me dijo que sonaba Jason Mraz) con un short que dejaba desnudas sus piernas y la parte de arriba del bikini morado que dejaba un precipicio  hacia su ombligo. Las olas rompían ahí donde duelen los sueños y ella sólo sabía soñar.

Yo era un chico de barrio, sin más armas que unas rayban wayfarer y un libro prestado de Benjamín Prado La nieve está vacía de un viejo amor que acabó, de súbito, sin razón aparente. Tenía tatuado Let it Be en la muñeca izquierda y un par de guerras perdidas en su ciudad que no era la mía.
Me volaron por la cabeza unos versos que decían tú desnudo dignifica una tarde de invierno, pero ni era invierno ni estaba desnuda, al menos aparentemente.

Compramos cerveza de lata a un subsahariano que se buscaba la vida en la playas del sur después de llegar allí unos meses antes en cayuco, un cayuco donde perdió a su hermano pequeño. El drama y el miedo derramados en forma de lágrimas por la cara de aquel chaval que no pasaría de los veinte. Creo que ahí es cuando te das cuenta que no somos nada, y que la felicidad está en las cosas simples, en los momentos inesperados...como aquel.
El chico alto y atlético nos trenzó un par de pulseras de cuero que nos colocó en el tobillo, le había enseñado su abuelo decía, después fumamos hachís mientras el sol se ponía y dejaba un atardecer rojizo  esperanzador. Con la luna asomando se fue, los tres sentimos lo mismo, hay personas que te tocan, que te hablan y desaparecen pero sin embargo te cambian para siempre.

El alcohol y el porro ya habían hecho mella en nuestras cabezas, de fondo se oía el sonido de un cajón improvisado y a nuestra derecha una hoguera incendiaba la noche. Nos besamos. La tumbé y me enredé entre sus piernas, bajé los shorts vaqueros con violencia, follamos, con la luna y el mar como testigos morbosos de su pataleo y mi instinto animal, de sus gemidos quemados con arena de playa. Mi cabeza cayó sobre su pecho y nos quedamos sin fuerzas, abrazados y rendidos al sueño de madrugada.

El agua mojó mis pies a la mañana siguiente, desperté y ya no estaba allí. Me dejó un papel citando a Machado que decía:


    Te quiero para olvidarte,
    Para quererte te olvido.



sábado, 17 de noviembre de 2012

En un beso

Abrí tus labios y en un beso vi 21 veranos en las playas del norte, chicos que hicieron daño en crímenes perfectos, vi un vinilo rayado por el tiempo de los Beatles, un acantilado donde guardabas secretos, vi hachís en una caja de madera y una postal de Buenos Aires, vi una mañana en Portobello y una tarde en La Latina, noches sin dormir y miedos de mesilla de noche, vi locos y cuerdos, vi fama y miseria, vi resacas y domingos por la tarde, heridas de catorces de febrero, vi despedidas con lágrimas en aeropuertos, discotecas y amantes de 3 días, vi flechazos y fracasos, vi sexo y Barceló con limón, vi Amelie y tatuajes, vi canciones de Serrat, vi partir en dos la rabia, vi exceso, gritos de fondo, riesgo y altura...

Tú aún seguías con los ojos cerrados y por un instante entendí que quería pasar allí el resto de mi vida.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Plan C

A veces soy yo y otras cualquiera
marco el prefijo de tus labios
y me escapo por la escalera de incendios
que hay detrás de tu canción

Es diferente a cuando estábamos juntos
a cuando Ángel González era testigo
y no recurría a García Montero para encontrarme a mi mismo

Un verano y una ciudad pueden ser suficiente
para salvarte
y eso es algo que se aprende en las letras de los demás
en las palabras ajenas

Puede que no volvamos a vernos nunca
y que tu vida esté siempre tres escalones por encima de mi imaginación
Puede que los paseos en bici de tu piel a mi piel
y las calles de Londres ,que incendiamos, ya sean papel mojado
en el hueco que siempre dejabas para mi

Puede que, con un poco de suerte, los dos encontremos nuestro camino
sin necesitarnos
sin vernos
sin hacernos daño

O puede que volvamos a ser humanos
que los demás, que las demás, sean nada cuando pasan
si estas tú, si estamos nosotros
y que llenemos de magia cada metro que avancemos juntos
sin miedo a caer y a fallar

Mientras tanto sonará Wilco
en el intervalo de tú latido y el mío

y como Plan C no está del todo mal










viernes, 2 de noviembre de 2012

María

María es una historia que contar
María es un verso detrás de un verso
María siempre esconde una sonrisa pero guarda un ojalá
es primavera en invierno, es un verano en el mar

María es un jardín lleno de flores
es noche de luna llena, un piti a medio fumar
María es un poema de Bukowsky
una Marylin de barrio, un cántico en los estadios
una carta sin firmar

María es como nieve en los tejados
un corazón dibujado, la calle de Fuencarral
María es un te quiero en la garganta
es una droga que engancha, las llaves de una ciudad

María vuela alto entre nubes de algodón
se va cuando tu has llegado, cierra una puesta de sol
María es el abecedario, es viernes en el calendario
es magia en un escenario, es poesía en Nueva York

Es Lennon, es Machado, es Neruda en los tejados
es agua, viento, canción
es Joaquín y Camarón
Es Domingo en Malasaña, es aguacero sin paraguas
es caminar por la playa,
es Maradona haciendo gol

Dicen que vuela sin alas
que nunca mira el reloj
que su cuerpo es de portada
all she needs is love