jueves, 9 de enero de 2014

Medio invierno en tu ombligo

Veo pasar el tren como el invierno,
se encienden los focos y la ciudad encierra preguntas en los portales
los chicos de Brighton llevan a su chica a la cama
y el viento helado de la Plaza Mayor se entromete en las sonrisas

La tristeza es un seguro a todo riesgo
las palabras hacen lo suyo en los libros
y me conmueve el abrazo largo de dos viejos
en la esquina de un café

Un poema es un reloj que no mide el tiempo
sino las heridas
y una hoja en blanco
la tumba de cualquier poeta

Quererse
es la libertad de un preso
y tus ojos
un puto milagro

Hay un poco de magia en un teatro
para que los que no creen, se lo piensen dos veces
para los que se quedan a esperar
pisen pólvora y se vuelen

Mi hoja de ruta
es tu cuerpo a la dos de la tarde
en la siesta
con la luz de la mesilla encendida
y el reloj deshaciendo segundos