martes, 10 de septiembre de 2019

Elvas camino de Lisboa

Rompen los claveles al cruzar la frontera
un abrazo estruja mis huesos
sigues mi niña tan linda otro atardecer

desde el fuerte se ve la ciudad que te hizo quien eres
un fugaz viento nos despeinó
y el verano pasó como pasan los sueños

te has quedado prendada del cielo
bailan tus ojos por culpa del vinho en la Plaza de la República
y pienso en los versos
que se quedaron por escribir
de los poetas que me llenaron el campo de lágrimas

Ato los cordones de tus converse desteñidas
y mi cabeza vuela debajo de tu vestido
y pienso que la felicidad debe ser algo parecido
a esto
a vivir entre el suelo
y el cielo de tu ombligo

después de dormirte en el coche
te miré de reojo mientras la noche nos engullía
y sentí algo difícil de poner en un papel
te vi tan frágil, tan dulce, tan feliz
que solo pude contener la emoción abriendo la ventanilla

ahora que la nostalgia te muerde los pies
cierra los ojos
olvida que el mundo se puso del revés
que las estrellas se apagaron
que las despedidas nos vencieron
que los bares nos echaron de menos
que las canciones no sonaron
que las ciudades se durmieron
que las huellas se borraron
olvida mis defectos y tus dudas
los desastres y los huracanes
los otros y las otras
que vinieron después de la herida



e imagina que estamos entrando en Lisboa otra vez.















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